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HISTORIA DE UNA PIEDRA

Iba y venía el agua del mar , chocaba despacio contra la arena y subía cada vez más. La orilla estaba repleta de conchas y piedrecitas redondeadas , formando figuras caprichosas y erosionadas dejando unas superficie lisa , suave y brillante.

Siempre me gustaron esas piedras que se quedaban en la arena arrastradas por las olas del mar.

Bajo la luz del sol de la mañana relucía el mar como plata y las piedras como pequeñas estrellas en el suelo , todo ello formaba una espectáculo fabuloso.

¿De dónde vendrían esas piedrecitas que arrastraba el mar? Me lo había preguntado cientos de veces.

Mucha gente las colecciona , las guarda , las utiliza como decoración o hacen totems con ellas buscando las buenas energías.

Un día me puse a pensar , si yo fuera una de esas piedras , de dónde vendría y cómo había llegado hasta aquí.

Vendría de la otra parte del mundo o más bien de la playa de al lado , de cualquier espigón que por erosión había sido arrancada de otra piedra mayor .Yo creo que podría venir como un mensaje en la botella , creo que alguien se quiere comunicar conmigo por medio de estas piedrecitas, algunas por sus formas me atraen más que otras y las recojo , otras por su color y tamaño.

Al final esas piedras me hablan , me transmiten algo , una energía positiva que me invade y me alegra.

Esas piedras me las envía alguien y tengo que saber quién es y qué me quiere decir.

Me llevo unas cuantas a casa y las guardo en un bote de cristal de forma aleatoria. El mensaje ya lo he recibido y han hecho su función .

Ahora soy yo la que tengo que contestar y transmitir la respuesta a alguien , pero cómo lo hago, las piedras vienen a mi y no las puedo enviar yo de vuelta.

Un día escuché a un sabio decir que todos somos energía y vivos o muertos seguimos siendo energía . Por lo tanto , esta energía que acabo de percibir de las piedras que recojo de la playa me la envía alguien .

Pues yo también puedo enviarla para otras  personas.

Me quedé con ese pensamiento en la cabeza y me fui a seguir con mi vida.

Trabajo en una librería y en los tiempos que corren no vamos muy bien , pero nos estamos reinventando. A mi me siguen gustando los libros de papel , ese tacto , ese olor , ese pedo . Todo transmite algo al lector .Pero , ahora , con tanta tecnología , los libros digitales dan más frialdad al lector que , a pesar de todo, se sabe meter en la lectura y disfrutarla igual.

Pues como digo , nos estamos reinventando y hacemos distintos eventos presenciales o digitales para atraer a los lectores .

Uno de los eventos consistía en un certamen literario de micro relatos , y tuvo mucha aceptación . Se recibieron miles de relatos y expusimos publicados a los seleccionados , unos diez más o menos , al escritor que ganó el certamen lo trajimos para darle el premio y que nos leyera su micro relato .

A cada uno que venía por la librería y preguntaba por ese microrrelato en concreto le entregaba yo personalmente una piedra de las mías , la que creía que le iba más con su persona.

Todos se quedaban extrañados del pequeño detalle que se llevaban , lo que no sabían era la influencia que iba a tener esa piedra en sus vidas.

Un día como otro cualquiera , entró una persona en la librería y preguntó por mi .Salí inmediatamente a ver que quería. Me presenté y nos saludamos . Era una chica alta, guapa y bien vestida a modo casual , llevaba una melena negra ondulada hasta media espalda. Se mostraba dispuesta aunque algo tímida. Tras las presentaciones se dispuso a contarme lo que quería decirme .

Le dije de sentarnos en un rincón de lectura que estaba vacío en ese momento .

Se llamaba Helen , tenía un poco de acento francés.

-Buenas tardes Sr. Martin , me dijo -soy Helen Poirot

-Buenas tardes Srta. Poirot ¿en qué puedo ayudarle?

-Le quiero pedir si , por favor, aún tuviera algún libro de relatos como el último que me llevé del autor que ganó su certamen . Me gustó mucho y quisiera llevarme otro de ese autor.

-Pues voy a verlo , si me permite un momento.

-Oui , bien sûr – contestó en francés.

Me fui a mi despacho y busqué si tenía en el almacén algún libro más del ganador de ese certamen. La verdad es que ese autor no había publicado nada más por al momento. Recordé entonces que Helen sería una de las personas a las que le entregué una de mis piedras si se llevó ese relato (debería preguntarle algo sobre la piedra , quizás no se acordaba de ella o la habrá tirado).

Volví a decirle que no tenía más relatos de ese autor.

-Bueno , he estado buscando en mi ordenador y no tengo ningún relato publicado más de ese autor . Seguramente estará trabajando en ello. Si le interesa de cualquier otro autor disponible se lo busco.

-Oh! ¡Que pena !Me interesaba mucho seguir los escritor de ese autor , me transmite mucha paz interior y bienestar leerlo.

-Si quiere me da sus datos y le aviso en cuanto tengamos obras suyas .

-Très bien Monsieur , Excuse moi , hablo en francés sin darme cuenta.

-No hay problema , le entiendo muy bien .

-Merci

-Me da su número de teléfono y su email ,por favor .

-Bien sûr , apunte.

Me dio sus datos y nos despedimos quedando en que le avisaría si tenía algo de ese autor . Me quedé con las ganas de preguntarle por la piedra.

El día continuó sin complicaciones , pero no podía dejar de pensar en aquella chica ,Helen. Porqué necesitaba leer más cosas de ese autor .

Yo de vez en cuando miraba mi bote de piedras y las sacaba para tocarlas y más cuando metía una nueva que había recogido de la playa . Quería que las energías se mezclaran unas con otras . Así me sentía mejor.

Hicimos varios concursos literarios de relatos cortos y tuvieron mucho éxito. Cada vez participaba más gente que estaba empezando a escribir . A los ganadores les hacíamos un evento muy atractivo , con su lectura y comentario en vivo sobre su relato y se hizo viral la forma que se divulgó ese método de promover la creatividad literaria.

No sé a qué fue debido , si tendría algo que ver que las piedras siempre estaban presentes en ese acto y se las regalaba , una al azar , a cada autor que ganaba el concurso .

Siempre había alguien que volvía preguntando por esos relatos ganadores y querían llevarse algún ejemplar.

Tal fue la fama que tuvo esa forma de reinventarnos que hicimos lo mismo con escritos más largos y novelas de autores noveles .

Después se hacia la entrega de premios , tertulias y las piedras siempre estaban presentes , de tal forma que la gente ya venía , a parte del libro en cuestión , pedían si podían llevarse la piedra correspondiente .

De entrada sólo teníamos como premio para los ganadores , pero luego tuvimos que entregarlas a quien verdaderamente las pedía de una forma especial.

Como dije en un principio , parece que transmiten una energía positiva a cada persona que la busca y la aprecia .

Ya se hizo costumbre en la librería , entregar la piedra a quién la pedía junto con su ejemplar ganador del certamen y eso atrajo a mucha gente .

Pero un día pasó algo especial.

Volvió a la librería una chica y preguntó por mi directamente.

Cuando salí a ver qué quería , la reconocí enseguida.

-Buenas tardes Srta.Poirot

-Buenas tardes Sr. Martín

-En qué puedo ayudarle esta vez, hacía mucho tiempo que no la veía por aquí.

-Mais Oui , C´est vrai . Hace mucho tiempo que quería venir y me ha sido imposible.

La última vez que vine no pude llevarme ese ejemplar ganador , pero ahora lo que quiero es participar yo en el próximo concurso de relato corto . No sé cómo me ha sucedido pero me he puesto a escribir en mi casa y no puedo parar. Me gustaría participar en algún concurso suyo.

-Me parece genial su idea Srta. Helen , la semana próxima tenemos otro certamen y puede usted participar. Le mandamos los requisitos por email y así usted nos manda el relato para su participación .

-Parfait , así lo haré . ¡Ah! Sabe una cosa Sr. Martin , desde que me llevé la piedra que me entregaron aquí, mi vida ha dado un giro de 180 grados y he tenido mucha suerte en la vida y sólo me falta cumplir este sueño de escribir un relato. Se lo agradezco enormemente. No sé si tendrá algo que ver o no , lo de la piedra , pero para mi ya es mi amuleto de la suerte.

-Vaya , cuanto me alegro de saber eso de su parte . Ya me habían comentado otras personas , a las que también les había entregado esas piedras , que les había ido mejor en la vida , pero creía que era mera casualidad. Pero ahora , al oírle a usted decirme con tanta seguridad la influencia de su piedra , me voy creyendo que todo puede ser posible. Muchas gracias por contarme esa experiencia.

-Bueno , por favor , mándeme el email para poder participar en el concurso y le envío mi relato .Hasta pronto Sr. Martin.

-Hasta pronto Srta. Poirot.

Después de esta conversación con la Srta Poirot , me quedé pensativo , no sabía en realidad el poder energético que podían tener esas piedras que recojo de la playa y me hablan directamente para ser seleccionadas por mi .

Creo que soy un mero intermediario o mensajero entre esas piedras y su destinatario.

 

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TRAS LA SOMBRILLA

Tras la sombrilla sólo se veía una figura desdibujada , era esbelta , sensual y sugerente. De lejos no la reconocí pero me era familiar.

La luz del sol brillaba en lo alto del cielo y resaltaba los colores de la sombrilla. La luz del Mediterráneo era única a esa hora del día .Las olas eran suaves pero poco a poco iban creciendo en fuerza y sonoridad. Esa sonoridad monótona y relajante , ese olor a mar tan peculiar y agradable.

La temperatura era ideal , ni frío ni calor ; en esa época del año en que los árboles cambian de color y amarillean las hojas, el mar tiene un color azul plata especial junto con el reflejo del sol y la espuma que generan las olas.

La sombrilla , única en ese entorno , llamaba la atención y tras ella su silueta.

Yo solía ir a esa zona de la playa en esa época del año , era una zona solitaria , única . Allí me relajaba oyendo el mar y me ensimismaba viendo el movimiento hipnotizador de las olas.

Pero ese día no fue así.